viernes, 23 de diciembre de 2016

Capítulo 11. De vuelta

Y como casi todo lo que tiene un principio, también tiene un final, a este viaje le llega el suyo.
Sí, ya se que no han pasado 4 meses y medio. Y que no he estado en todos los destinos que había en la hoja de ruta. Pero una hoja de ruta para mí no es algo invariable ( se previsor, pero improvisa, es uno de mis "mandamientos" en la vida). Ya que, como decía Benedetti ( o un autor desconocido, y mi gemelo derecho), nada pone normas, sólo la vida.
Que no se asuste nadie, que estoy bien. Que el motivo de la vuelta es que al fin encontré "el tesoro". No estaba tan lejos. O si. No lo se. Quizás buscarlo tan lejos sólo era el imprescindible medio para llegar a él. El caso que apareció. Y los hilos que " tiraban" de mí desde España estaban ya tensos        ( vamos que tenía morriña y quería comer polvorones). Con lo cual puedo decir que esta historia ha tenido un final feliz.
Esto se que a algunos les puede sonar raro. Pero cada historia tiene un objetivo diferente, y en este caso ese objetivo ya se ha cumplido ( y antes de lo previsto).

Así que 4 vuelos, 3 escalas ( Hong Kong, Estambul, Budapest), 48 horas después, y con la complicidad de unos poquitos ( especial mención e inmensa gratitud a mi hermana), me planté en casa de nuevo, por sorpresa ( con algún "casi infarto" incluido), por Navidad ( como el turrón), para ni mas ni menos que seguir con EL VIAJE de verdad. Ese que nunca he abandonado. Vivir.

Podría decir muchas cosas. Del viaje. De los objetivos. De las experiencias. De las sensaciones... Quizás no es este el medio.
Podría tirar de tópicos. De lo que apreciamos cuando estas lejos. De los que te aprecian. De lo bien que se está en casa... Tópicos al fin y al cabo.
Prácticamente se ha cumplido todo lo que esperaba, o todo lo que he vivido podía esperármelo. Con 34 años y mucho vivido, pocas cosas empiezan a sorprender. Aún así, no puedo negar que ha sido una de las experiencias más intensas de mi vida, y que a pesar de la dureza de algunos momentos, creo que es algo que debería de hacer todo el mundo en algún momento ( y no me refiero a correr detrás de un canguro o sumergirse en el inglés). Y obviamente cada uno debe adaptar sus búsquedas del tesoro a sus circunstancias personales, para poder exprimirla de una manera adecuada. Porque al final todos y todo somos circunstanciales ( dependemos de tantos factores...). Yo al menos es lo que he hecho. Y por eso, este reto ( aventura, sueño) ha sido tan especial y excepcional.

No puedo cerrar este último capítulo sin dar las GRACIAS.
Por momentos me he sentido como ese equipo deportivo pequeño, que tiene 20 sponsors en la camiseta y una pequeña pero entregadísima afición detrás empujando. Y ya se que al fin y al cabo eran unas vacaciones ( que no es por ponerme místico), pero eran excepcionales, y lo dicho, mis circunstancias hacían que necesitara mucho soporte detrás.
Gracias a quien en su día ayudaron para poder seguir hoy aquí.
Gracias a quienes me han ayudado a que mis obligaciones no estuvieran descuidadas.
Gracias a quienes con sus comentarios, likes, llamadas de teléfono o mensajes me han dado energías y me han sacado de mi soledad.
Gracias especiales a Adolfo, Inma, Willy, Pilar, María, Lozano, María Eugenia y por supuesto Rubén.
Sin vosotros RuRoSan no habría completado este ÚNICO viaje.
Seguro que habrá muchos más. Pero ninguno como este.

Y ahora si, que me enrollo y no acabo...
THE END

sábado, 17 de diciembre de 2016

Capítulo 10. Gira-tuto

Empujado por la inercia de la vuelta en la isla sur ( o algo así teorizó Newton), y ya que aunque no encontré a Frodo con el anillo disfruté mucho buscándolo, me dije a mi mismo ( literalmente. Este viaje va a acabar siendo 5 mil horas con Rubén ; ¡ que de conversaciones conmigo mismo) " por qué no repetir modus operandi". Así que cual día de la marmota, nada más aterrizar en la isla norte, alquilé otro  cochecin y me puse otra vez a buscar como loco. Esa búsqueda me llevó de nuevo a sitios increíbles. Cuevas " encantadas". Playas de ensueño. Volcanes activos. Bonitas ciudades (Wellington me ha encantado. Quizás mi ciudad favorita ever). Obviamente busqué en Hobbiton, en Mordor y en Rivendell. Incluso en la puerta de Narnia ( por ahí hay fotos), y a pesar de conocer sitios únicos, nada. Que no aparece el jodido enano con el " tesoro". Aunque creo que estoy cerca. Lo noto...
Ahora unos días de reposo en Auckland, que como dato wikipédico ( o útil para una partida de Trivial) no es la capital, pero sí la ciudad más poblada

lunes, 5 de diciembre de 2016

Capítulo 9. Road-ando por la Isla Sur

Como hubo un terremoto antes de venirme, y a pesar de las noticias de que la isla estaba bien a excepcion de una pequeña zona ( cosa que después comprobé in situ), quise ser previsor y por si acaso tenía pillado un vuelo para moverme a la isla norte. Asi que con 10 días aquí por delante decidí alquilarme un cochecín, para tener plena autonomía y dar una vuelta de reconocimiento a la llamada isla de la nube blanca.
Así que me armé de todos los mapas e información que pude sacar de internet ( al menos para tener referencias), y con eso y llevado por el  punto de frikismo que tengo por las historias de la tierra media, me diseñe un tour de 8 días un poco ambicioso para conocer los sitios increibles que se supone que aquí había.
Bueno. 3100 kms de carretera, un par de horas de crucerillo, 8 diferentes hostales, 50 horas en la carretera, 25 horas de paseo por diferentes caminos, y una mandíbula desencajada por no poder cerrar la boca despues, puedo afirmar que la isla sur de nueva zelanda es uno de los lugares mas bonitos que he visto. Glaciares, fiordos, lagos increibles. Montañas espectaculares. Cascadas y mas cascadas. Rios increibles... Cada 5 minutos queria o tenia que parar el coche y mirar atontado a todos lados. A eso le añades animales increibles( kiwis, kakoas, unos loros muy listos y muy cabrones, pinguinos ( azules, negros, amarillos), focas, etc...; rios alucinantes, acantilados verdes... Vamos que Peter Jackson lo tuvo muy fácil para buscar localizaciones. Y yo pude saciar mis deseos frikis y ver alguna zona de la Tierra Media ( Isengard, el anduin, rohan...). En verdad no se si exactamente estuve en los sitios donde rodaron escenas porque no hay carteles que pongan Vigo Mortensen meo aquí, ni pensaba pagar 300 pavos por un tour, pero en la zona estuve. Y como no encontré a Frodo, ni el anillo, pues voy a la isla norte, a ver si allí tengo mas suerte. Aunque aquí, repetiré seguro...

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Capítulo 8. Yo y los aeropuertos... Y Christchurch


Empecemos con dos anécdotas ( por ir en orden). La primera, en el aeropuerto de Sydney ( más bien llegando a él). Leí en un blog ( y de aquí el 183avo aprendizaje de este viaje: no hacer caso a todo lo que se lee en internet) que bajando una parada de tren anterior al aeropuerto te ahorrabas 15 dolares de tasa aeroportuaria ( el famoso euro de Barajas, perdón, Adolfo Suárez), y que solo había que andar 2 kilometros. Asi que como iba con tiempo de sobra, pensé, por qué no. Lo que no decían en el blog es que había que andar por autopista, sin acera ( a pesar de que google maps decía que se podía hacer a pie, tampoco fiarse del maps siempre). Así que cuando llevaba medio kilometro de peinarme camiones, a punto de darme la vuelta, paro un chico maori, que curraba allí y me ofreció llevarme. Diez minutos de charla con él y le di mi opal card ( bonobus de Sydney, con los 6 dolares que me quedaban). Flipó bastante, no se por qué ;)
La segunda, después de un plácido vuelo, llegada a New Zealand, a las 12.30 de la noche, y control de equipaje. Yo, en mi tarjeta de entrada, ya avise que llevaba tienda de campaña, así que ratito de espera  extra y cara de alucine del de seguridad ( creo que por lo difícil que es guardarla, la jodía).

Sin mas problemas llegué a mi nave-espacial/ hostel, tras andar 10 minutos ( esta vez por acera) ya que estaba pegado al aeropuerto. Y a empezar con N.Zealand. Repetir trámites, tarjeta de móvil, sacar dinero, pillar mapas/planos/guias de todo ( esta vez más rápido y fácil después de lo aprendido), a la vez que conocía Christchurch, la ciudad más grande de la isla sur, la cual es muy tranquila y agradable para pasear ( ya se nota el ambiente diferente a Australia) a pesar de la rara sensación de cierta desolación que dan los visibles aún efectos del terremoto del 2011. Mezcla de sensaciones, aunque a mí me predominó la de entender que somos poca cosa. Si la Tierra tose, nos vamos al carajo. Más nos valdría cuidarla más y no cabrearla mucho.
Esto en dos días, ya que al tercero cogería mi coche de alquiler, para darme una vueltecita ( 8 dias-3000 kms) por la isla sur, a mi aire. Eso, para el próximo

domingo, 27 de noviembre de 2016

Capítulo 7. Australia ( RuRoSan vision)


No pretendo ( en ningún momento lo ha sido) hacer una guía turística ni objetiva sobre nada. Al final este blog es un diario de recuerdos y sensaciones personales, muy condicionadas por mis circunstancias ( como para todo el mundo). Sin embargo, 6 semanas, merecen una re-visión global ( eso creo. Además de que tengo tiempo y me apetece) de lo que he vivido aquí.
Partiendo de la base de que hasta que llegué a Perth apenas había visto nada sobre el país ( clima, moneda, mapa para situar ciudades, y las relocations vans, que ni he usado) bastante " bien" se me ha dado mi estancia aquí.
Eso es uno de los puntos positivos de Australia. Es PRIMER MUNDO. Súper seguro. Súper organizado. Eso hace ( y los precios), que haya muchísima gente viajando en plan mochilero, compartiendo coches, viajes, haciendo autostop, y a la que si te apetece, poder unirte. Como país, es un país muy joven, al que se le nota su origen europeo ( inglés sobretodo) y su posterior influencia yanki ( edificios, comida, moneda, hábitos de ocio, carácter de la gente). Es una curiosa mezcla. No hay edificios históricos, pero si mega construcciones ultra modernas. Hay un nivel alto de vida. Mucho trabajo y bien pagado, a cambio de precios altos en todo: comida, alojamientos, entradas ( el ideal capitalista, imagino). También hay que acostumbrarse a que AUD no es € ( 3=2), que al principio cuesta. Es gigante ( hasta que no estás aquí no eres consciente). Eso aisla mucho ciertas zonas, que están muy despobladas( concentran la gente en una ciudad). Es como viajar por un continente en extensión, pero con el contenido de un país ( vamos, que las cosas que merecen la pena ver, están lejísimos entre si ). Y las cosas que merecen la pena ver, tampoco son de caerse la boca al suelo ( al menos en mi humilde opinión). ¿Esto quiere decir que es decepcionante? No. Para nada lo es. Es un país tan diferente, que eso lo hace interesante. La multitud de tan exclusivos árboles, animales, plantas, es lo mejor que me llevo. Es emocionante ver canguros, y koalas, y delfines, y árboles gigantes, y desierto pegado a jungla. Lo es. Pero, ¿ merece la pena? Pues depende. Si quieres darle caña al inglés, este es el país. Casi no hay hispano hablantes ( yo hasta Melbourne, al mes de estar aquí, no me crucé con ninguno), y los que hay, hablan en inglés. Si quieres trabajar, éste es el país. Hay trabajo para todo el mundo ( yo encontré sin buscarlo). Eso si. Las leyes y los visados son muy estrictos. Pero para unos meses, una working holiday, y curras a la semana de estar aquí. ¿Para hacer turismo? Bueno. Todo depende. Si tienes tiempo y dinero, y ganas de viajar a un país ultra seguro ( teniendo cuidado con los animalitos), con facilidades para todo ( baños públicos, fuentes, caminos en las montañas...) éste es tu país. Si te falla el tiempo, o el dinero, creo que hay destinos más apropiados. Ya he ido comentando cuanto tiempo he tardado en cada sitio. Y pasta, pues mirándola mucho, sin pasar penurias, pero cocinándome a diario, durmiendo en hostales ( algunos mejor que otros), sin pagar entradas por casi nada ( los mejores sitios son gratuitos), y moviéndome en buses, coches compartidos, una media de 45 euros diarios. De ahí, para arriba todo lo que quieras.
¿Expectativas cumplidas?
Sinceramente vine a Australia porque está cerca de N.Zelanda ( mi real objetivo), hablan inglés y suena molón. Dentro de mis objetivos personales, la inmersión/buceo en ingles ha sido total ( aunque no, el inglés no es lo mio), aunque mi bajo nivel me ha condicionado bastante, eso me ha obligado a espabilarme bastante. Mi salida de zona de control/confort ha sido brutal. Esto me ha hecho tener un proceso personal bastante intenso e interesante ( en realidad es lo mejor que me llevo). El como lo he afrontado ha sido determinante (obvio también). Y si, me lo podía haber hecho más fácil, pero no hubiese sido lo mismo. Eso si, hubiera tenido más tranquilas a dos personas muuuuy importantes para mí (especialmente los primeros días). Así que por ese lado me queda un sabor agridulce.
¿Turísticamente hablando? Con más preparación ( con algo), hubieran cundido más las 6 semanas. O no. No lo se. También los sitios necesitan días para conocerse, y a mi me sobraban. Y me ha faltado ver footy. No hay liga en verano. Lástima. El caso que así lo he vivido, y así lo he contado.
Próximo destino, Christchurch ( si, donde el terremoto)

jueves, 24 de noviembre de 2016

Capítulo 6. Sydney, despedida a lo grande


Y como si el día de la marmota ( o dejavú, que suena más guay) se tratara, otra vez 12 horas de bus nocturno, otra vez muuuuchos rascacielos, parques, playas llenas de surfers, edificios retro... Pero no, no tan cool como Melbourne. Cierto es que el edificio de la opera y el puente, impresionan mucho ( como construcciones, lo más en Australia). Pero el excesivo tamaño ( todo muy alejado otra vez), la cierta decadencia que da ver gente borracha en la calle a todas horas, mezclada con el excesivo pijerio de la zona de negocios, la plaga de cucas ( en todas partes, en especial en el segundo hostel, donde me desperté con 2 cucas en la cama... grrrr), la invasión de la cercana Navidad y quizás mis ganas de pisar ya la tierra media, se han mezclado para que Sydney, haya sido una ciudad que no he disfrutado tanto. Por suerte, otra excursión a las afueras ( blue mountains), en la que me volví de nuevo Rubén de la jungla ( un treking de 4 horas, que pese a lo turístico, me resultó muy chulo),  mi segunda experiencia hockeistica-laboral, con sus cervecitas del tercer tiempo y su black money, y un último hostel ( el tercero de Sydney, macuto arriba, macuto abajo todo el día) que fue el mejor de los 11 que llevo hasta ahora ( menuda guía voy a hacer), me han dejado un más que buen sabor de boca de la capital aussie, país que ha sido mi casa las últimas 6 semanas, y que ha visto como 7000 kms después, más de 20 pueblos/ciudades visitados, más de 15 Parques Nacionales pateados, muuchas playas vistas y andadas, 154 canguros cruzados( canguro arriba, canguro abajo) , un león marino intentado tocar, muchos momentos divertidos vividos, muuuuuuuuchas horas de " centrifugado mental", algún avance en mi rústico inglés (aunque no muchos), también algún momento de difícil soledad, un ceda el paso a un koala, y 135 visitas a supermercados varios; salgo vivo de él, con muchas cosas nuevas vistas,  más cosas si cabe aprendidas sobre mi mismo y con cierta morriña por los míos, aunque con la reconfortante sensación de tenerlos muy cerca.
Próxima parada, Christchurch ( si los de la aduana me dejan... ;) )

lunes, 21 de noviembre de 2016

Capítulo 5. Melbourne, la ciudad cool + Great Ocean Road ( de vuelta al hippismo 24 horas)


Después de mis 11 horitas de bus, las cuales dormí la mayoría ( menudo soy yo durmiendo en sitios raros), llegué al penúltimo destino aussie ( australiano, vamos), con algunas lecciones ya aprendidas ( tan ceporro no soy) y con un par de excursiones, que han hecho que Melbourne sea la ciudad que más haya disfrutado.
El llevar un planning de que hacer, en función a mis excursiones, del clima, de donde estaba, imagino que ayudó bastante. También imagino que ayudó mucho el que esta vez acertara con el hostel, bien situado, limpio, grande... Como un hotel ( hasta con gimnasio). El tranvía gratuito ( que usé a base de bien) y el aldi ( siiiiii. Encontré por fin donde comprar barato) ayudaron un poquito a mantener mi economía en verde ( que la ciudad es cara de por si). Y las dos excursiones, una al campo de hockey a arbitrar 3 partidos de liga de verano ( cobrados en negro por su puesto), y otra a la zona más bonita que he visto de Australia, hicieron que mi semana en la segunda ciudad por extensión, con sus rascacielos, parques, mercados, graffitis, mega campos deportivos, edificios retro ( os suena, verdad), pero más a lo grande ( para llegar a la playa tuve que andar 20 kms) fuera de lo mas cómoda y agradable. Será que me estoy haciendo a Australia (ahora que me voy).
Great Ocean Road
De mi excursión hockeistica, poco hay que contar. Partidos de verano ( 1a jugada, tarjeta amarilla de 10 minutos), en un campazo, al que para entrar tuve que pagar ( aún siendo árbitro. Cosas de aquí). Buena para acordarme de cómo es un campo.
La otra, si fue más chula. Más no. Fue la leche.
Alquilé un coche a las afueras ( que obviamente era más barato. ¿Aprendo o no?). 24 horas. ¿Para qué? Pues para recorrerme una Scenic Road ( carretera bonita, vamos), que está al lado de Melbourne. Podría haberla hecho en una excursión organizada, pero así moló más.
A mis primeros problemillas de conducir un coche automático por primera vez en mi vida, le sumamos conducir x la izquierda de nuevo, y... En verdad nada malo. Fueron 700 kms de ir con la boca abierta, parando cada 2 por 3, viendo paisajes increíbles ( fotos en facebook), animales alucinantes ( canguros, zorros, wallabies, pájaros de mil formas, y koalas, al fin. Lo mejor fue que el primero que ví estaba cruzando la carretera y le tuve que ceder el paso), hacer noche hippie ( la echaba de menos), y volver al día siguiente entero ( aunque llevaba seguro a todo riesgo) a mi hotel a hacer la maleta para mi última parada. Sidney.

PD. A pesar del terremoto,  N.Zelanda sigue siendo próximo destino. No nos vamos a asustar ahora ( he estado revisando que esté todo bien)